No sólo llevo la comedia física a un extremo inusual, sino que, como director, dio mucho por el cine. Sus películas solían tener una crítica a la sociedad como eje temático, pero lo que la gente ignora es que ideó un sistema de monitores para poder verse mientras actúa, si esta fuera de cuadro.
Conocido como Video Assist, la creación creada para El botones (The Bellboy, 1960), es un sistema útil hoy en día para otra cosa, la gente como detrás de cámara puede chequear como saldrán las imágenes y, luego de filmar, podrán ver los resultados con los actores.
Y al año siguiente, el gran comediante, haría un historia, El terror de las chicas (The ladies man, 1961) de modo que se filme toda como mostrando que los personajes estén en una gran casa de muñecas, ocurrencia que hoy en día no se supera en este género como en otros.
En este 2009 se le dió un Oscar honorífico por sus beneficiencias, él creó los Teletones, programas de gran duración donde se buscaba la donación de dinero a beneficio por parte de los televidentes en lugar de la entrega de puntos de rating. Pero todo el mundo sabe que también fue por su legado cinematográfico.
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