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CINETICO dejará de salir por un tiempo...

... que depende del tiempo que me demandará recuperarme de la operación. Por favor, disculpen las molestias.



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jueves, 30 de julio de 2009

Crítica a film argentino: Return to Bolivia, de Mariano Raffo

Reciclando la temática de la inmigración en Argentina, este documental de Mariano Raffo que no explica por qué de la inclusión de dos palabras no castellanas en el título, muestra el viaje de una familia boliviana desde Buenos Aires hasta su tierra natal para visitar a sus parientes luego de años.

Los problemas de este documental se basan, fundamentalmente, en la indecisión por elección del punto de vista a usar y en lo que se quiere contar, algo típico de las operas primas causados por el entusiasmo por rodar.

Es decir, a veces se utiliza eso de que alguien entreviste como otras de usar la interacción entre los documentados, lo que tendría que ser previamente elegido para poder conseguir más y mejores datos, establecer una forma de narración y poner orden.

Se nota las ganas de hacer una película, pero se peca de pretencioso, por ejemplo, cuando se opta por crear cierto montaje “moderno” que cae en la injustificación, falta de impacto o desinterés.

Tampoco la historia en sí no está centrada, uno se lamenta por eso porque sobran muchos minutos y por lo tanto pudieron haber ahorrado dinero en el traspaso a fílmico.

Recomendable para los que quieren iniciar en el camino del documental para analizar.

Crítica a film argentino: El artista, de Mariano Cohn y Gastón Duprat

Cuesta hacer una crítica, aunque no lo parezca, por lo menos en mi lugar. Aparte de cómo decir las cosas para ser entendidas, uno también corre el riesgo de parecer “sin claro fundamento”, “perjuicioso”, “equivocado”, “ignorante” y hasta “idiota”.

Hacer o decir una crítica, por más constructiva y/o reflexiva que sea, es como una obra de arte, de cualquier arte. Más aún si lo que vamos a hablar se refiere a algo paradójico, como esta película.

El artista (2008), la segunda película de la más importante dupla creativa que dio la televisión argentina en años (Cohn-Duprat), habla del mundo que rodea una determinada industria del arte, en este caso la de las galerías de arte.

Usando como excusa el argumento del enfermero de un geriátrico que roba los dibujos de un anciano que vive allí, para presentarlo como suyos, cual robo de identidad, se muestran los vicios y virtudes relacionadas con el mundo artístico, como el “snobismo”, el desconocimiento, la organización, el mercado, etc.

La denuncia en lo que se cuenta se lo puede tomar como humor irónico en un hábil guión de mariano Cohn que posee diálogos muy inteligentes, como el del Iphone, y que no repite elementos vistos en otros films de temáticas parecidas.

Lo escrito se complementa con lo filmado, o lo cómo filmado, cuya tomas fijas, estáticas, cada una de ellas, juegan a ser una pintura, usando elementos como luces y sombras, posición de movimientos y tipos de encuadres, como ubicación de las puertas marcando lo que se llama limites internos del encuadre.

Estos encuadres podrían ser mejores, porque no usa cámara baja ni alta como tomas en picada (apuntando hacia abajo) o cenital (hacia arriba), y haber jugado un poco más con la iluminación, pero contiene muy buenas intenciones de no mostrar ningún cuadro del artista, ni los realizados ni los que va haciendo, de permitir la inclusión de elementos fuera de lo registrado por la cámara o que la posición de esta se encuentre en el lugar de la pintura.

La falta de estudio y experiencia actoral de Sergio Pángaro, músico de profesión, y Alberto Laiseca, escritor, le juegan muy favor y ayudan al largometraje en poseer cierta identidad.

Puede aburrir la obra por algunos pequeños momentos que no aportan nada, como en una introducción que podría ser más ágil, o por no poseer cierta sorpresa, causado por la edición que siempre juega al corte directo hacia otra escena, y puede ser “cerrado” para algunas personas ajenas a este mundillo, pero el tiempo, sobre todo gracias a la difusión en medios televisivos, creo yo, le dará más valor, más recuerdo, entre los que gustan del cine por su personalidad, quizás hasta darle la etiqueta de “Clásico”.

Una muy buena recuperación tras el flojísimo documental Yo, Presidente (2006). Un futuro entusiasta para estos creativos.

Crítica a film argentino:Una semana solos, de Celina Murga

Hay un nuevo subgénero en el cine argentino. Este había hecho su debut en la comedia Cara de queso, mi primer ghetto (2006) y tiene como eje la vida en los “countrys”, barrios privados que surgieron en demasía en la década del noventa donde la gente de alto nivel económico vivía en búsqueda de mayor seguridad como tranquilidad.

Una semana solos (2008), la segunda película de Celina Murga, cuenta con un agregado útil para llamar la atención del potencial espectador, la inclusión en los créditos de Martin Scorsese como presentador.

Más allá de este reconocido nombre, hay que analizar la obra como tal, hasta si se tratará de una de este director legendario, cosa que a la critica le cuesta diferenciar.

Esta película cuenta la historia de unos chicos que son dejados con la niñera en el “country” por sus padres, quienes se fueron de viaje. Estos niños, que en promedio son pre-adolescentes, tienen como pasatiempo entrar a casas ajenas cuando no hay nadie. También se los ve yendo a un colegio cercano o disfrutando de la pileta.

Se ve siempre un clima extraído de una película de Lucrecia Martel. De hecho, hay un plano que recuerda a uno de su opera prima, La ciénaga (2000), ese donde los chicos, justamente los chicos, están de traje de baño frente a una pileta (en el caso de la de Martel, el agua es dista de ser cristalina). El guión parece poseer el mismo estilo de sus escritos, pero lo que va aconteciendo no parece llamar la atención.

A las escenas parecen faltarle más trabajo, son más que buenas intenciones inacabadas. Por momentos juega a querer ser una comedia (en la primera visita del guardia de seguridad o cuando roban el auto), y cuando va por ese camino, y ese camino es bueno, vuelve a usar un tono solemne, serio, que parece extraído de un cine de denuncia (la denuncia sería la irresponsabilidad de los padres).

El nuevo personaje que aparece en el medio de la historia, el hermano de la niñera, no aporta mucho, también le falta más participación y profundidad de caracteres, y el conflicto que desenlaza o participa surge tímidamente como lo demás que se muestra en el film.

El reparto está muy bien, es lo mejor en la película. La nena que aparece en el afiche, Guadalupe Capobianco, luce una expresividad que puede compararse con Dakota Fanning o Mara Wilson, aunque no le toque sonreír.

Mucho mejor que Ana y los otros (2003), la directora está encontrando su camino.

Películas para ver durante la cuarentena: Virus

Dirigida por un especialista en efectos especiales, John Bruno, cuenta la historia de la tripulación de un barco remolque que encuentra en el mar un barco fantasma ruso. Examinandolo encuentran a un tripulante, pero también que las maquinas del navío están desatadas, por bajo el control de un extraterrestre en forma de virus informático, y que por eso uno por uno morirán.
Ya van 800 personas que mueren por el virus de la gripe A en este año. Muchas más son las que sufrieron en cine al ver está película. Algunas de ellas, sobretodo mujeres, no podrían abandonar la sala por culpa de su compañía.