Revolución tecnológica es lo que hay en este film.
El Cantor de Jazz (The jazz singer, 1927) dio que hablar cuando la audiencia oía algo que no pertenecía a la banda en vivo que tocaba durante cada función sino a la película misma, gracias al sistema Vitaphone.
La historia de ese hijo de rabino que soñaba con cantar en un escenario, pese a la oposición de su padre, generaría un nuevo género cinematográfico, el musical, que no fue propio del cine como el western, que nacería en 1903, pero que aprovechó bien la fantasía generada por la cámara, aparte de darle millones de dólares de ganancia, principalmente, en la época de la depresión económica de Estados Unidos.
Ok, lo admito. Hay revolución narrativa porque aparece un nuevo género.
Aclaro que no encuentro el fragmento completo de cuando el protagonista dice "¡Esperen un minuto! ¡Esperen un minuto! !Aún no han visto nada!", pero si encontré un corto sobre la historia de esta invención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.