Pablo Frendik me había maravillado con su opera prima, El asaltante (2006), por contar una historia que ahorraba en describir a los personajes enfocados por una cámara jugaba a hacer muy buenos planos secuencias para darle ritmo al asunto.
Esta vez sin tanta espera, la anterior tardó dos años, se estrena, y en más salas, su segunda obra, La sangre brota (2008), que, con más mucho presupuesto, cuenta las historias de un sereno taxista (Arturo Goetz), que tiene que conseguir rápidamente dinero para enviar al extranjero a su hijo mayor, y la de su hijo menor (Nahuel Perez Biscayart), perdido por malos hábitos.
Como lo adelanta el título, va a haber un clima de violencia, es de esas películas de “todo está mal”. De entrada, Fendrik hace uso de una estética muy alejada de El asaltante debido a la fotografía en tono azul y planos detalles de corta duración (en su secuencia de titulos se ve un claro homenaje al videoclip “Bittersweet symphony”, de la banda The Verve).
Con el correr de los minutos, el director, muestra su virtuosismo y su conocimiento sobre los recursos cinematográficos, sonido e imagen, pero unos veinte minutos después el guión, autoría también de Frendick, empieza a mostrar sus defectos, esos que su primera película ahorraba. Es decir, se preocupa en presentar y describir a los personajes en lugar de narrar la acción.
La sangre brota vuelve a levantarse cuando se perfila a lo que le acontece al taxista, más aún cuando incorpora a un misterioso personaje que olvida su celular “Blackberry” en el coche durante su presentación, pero mientras se observa lo que le pasa al hijo “perdido” no muestra un interés de tan nivel como el otro punto de vista (hace suponer que con la primera bastaba para un largometraje)
Al terminar, el desenlace que une los finales de los caracteres principales puede o no ser la mejor, pero los otros puntos de vistas utilizados, como la mujer del técnico de celulares, no se resuelve ni aporta nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.