Hace un año sucedió un suceso histórico en Argentina que duró más de cien días. Un conflicto de palabras, algunas que eran como balas, entre el Gobierno Argentino y las cuatro más importantes entidades que representan al campo.
Este hecho se desató por un querer, por parte del gobierno, de aumentar el impuesto a las importaciones de soja, por lo que dividió marcadamente las opiniones entre la población como las opiniones a favor o en contra de la Presidenta Fernández de Kichner, quien no había cumplido cien días en el cargo.
Porotos de soja (2008) está realizado por David Blaustein, cuya obra Botín de Guerra (2000) fue rumoreado para el Oscar al mejor documental, y Osvaldo Daicich, debutante, cuyo punto de vista para contar el conflicto es el muy favorable al estado.
Uno puede o no estar de acuerdo con lo que se dice en él en parte o en total, pero lo que no se puede negar es lo bien contado y lo bien documentado para contar situaciones ya que posee buenas pruebas o documentos. También se dedica a mostrar como repercutió el conflicto en otras poblaciones donde estas entidades agropecuarias no tienen representación alguna.
Pero es que esa declinación en defensa de una parte interviniente es lo que le resta al documental pues lo encasilla en un film de propaganda (a tal punto que paralelo a la exhibición en cine, se lo ve de cuando en cuando por el canal estatal ya que el país esta en tiempos de elecciones) produciendo que no se explicará bien el hecho a quien lo desconozca o que se omita hechos como que el Vicepresidente Cobos, el mismo que aparece acusado por el gobierno de desempatar a favor del Campo, fue quien insistía que, para calmar los nerviosos ánimos, se presente el presente el proyecto en el Congreso.
Aún así, vale la pena ver estos cien minutos, pero siempre reflexionando sobre cada palabra, cada frase, que se emite.
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