Cuatro estrenos del 2009 para tener en cuenta

En estos días se está iniciando el mejor semestre en cuanto a estrenos de Hollywood en los Estados Unidos. Esta época finaliza a fin de año cuando se estrenan los films con chances de Oscar. Podríamos destacar miles de realizaciones, muchas de ellas esperadas por público en general como los son los denominados “tanques”. Enfriando mi entusiasmo de ver ciertos títulos, señalo cuatro obras y justifico por qué la observación sobre cada una.

Enemigos públicos: Michael Mann, director proveniente de la televisión, se hizo muy conocido con Fuego contra Fuego (Heat, 1995) y fue nominado al Oscar por El informante (The insider, 1998). Ahora realizó un largometraje sobre los primeros días de la mafia y del FBI con las actuaciones de Johnny Deep y Christian Bale, que podría hacerle asegurar otro éxito de taquilla. Esta película ambientada en tiempos de la depresión norteamericana, podría destacarse por ser la iniciadora del regreso de la moda de estrenar films de gangster, más aún sabiendo que está por rodarse la precuela de Los Intocables (The Untouchables, 1987), pero en realidad es por ser la primera superproducción de época filmada en Alta Definición, lo cual, por la calidad de imagen, le puede jugar en contra para recaudar dinero por “molestar” al que vea sus imágenes. Los memoriosos sabrán que Mann ya filmó en esta tecnología en Colateral: lugar y tiempo equivocado (Collateral, 2004), que fue un éxito, y en Division Miami (Miami vice, 2006), que fue un fracaso pero porque no le gustó a casi nadie. Se estrena el 1º de Julio en Estados Unidos.

Bruno: Sacha Baron Cohen había tenido su primera película como protagonista gracias Ali G, un personaje que ya había sido probado y perfeccionado en televisión y que el mundo, aún no tan globalizado, lo conoció en el video musical “Music”, de Madonna. La película Ali G indahouse (2002) no lo mostró muy humorístico, pero años más tarde presentaría en el cine a otra creación en una película ahora de tono independiente. Borat, ese periodista que viene a aprender sobre la cultura “yanqui” y enamorado de Pamela Anderson, fue su revancha y le hizo reacudar más de cien millones de dólares solo en el país norteamericano y muchos premios. También, por ese humor políticamente incorrecto y racista (la comunidad judía se molestaró mucho sin importar que Cohen es judío), pasó por miles de polémicas. Ahora presenta a otro personaje ya creado para televisión, Bruno, un modelo austriaco que ya promete ser lo opuesto al Zoolander de Ben Stiller. Para eso volvió a reunirse con el director de Borat (Borat: Cultural learnings of America for make benefits glorious nation of Kazakhstan, 2006), Larry Charles, para darle la misma estructura fílmica. En cuanto al humor, parece ser de igual tónica y por lo que se ve en el adelanto, se mete con Madonna y Angelina Jolie. Se estrena el 10 de julio y, como ya no es para un estudio independiente, tiene una asegurado estreno en todo el mundo tenga o no suceso.

La princesa y el sapo: Uno de los regresos del año es el regreso al animación de papel y lápiz proveniente de los estudios Disney. Un proyecto cancelado cuando este estudio dio abandonó esta técnica para hacer largometrajes, ni bien estrenada Vacas vaqueras (Home of the range, 2004), y que es retomado cuando John Lasseter, responsable de Toy Story (Toy Story, 1995) y otras aventuras de Pixar, se hizo cargo del departamento de animación y convocó a la dupla de directores muy creativos que hicieron La Sirenita (The little Mermaid, 1989) y Aladdin (Aladdin, 1992), Ron Clements y John Musker. Ambientada en Nueva Orleans, en los tiempos del reinado del Jazz, es un cuento de hadas que promete momentos con canciones (de Randy Newman), algo que se hacía seguido, no sólo en los largometrajes de Disney, hasta que Pixar se hizo muy popular (y copiado). El estreno en Estados Unidos será el 11 de Diciembre.

Avatar: Tras no poder realizar las versiones El Hombre Araña y Solaris, ésta última la produjo, Cameron vuelve al cine de ficción luego de ser “el Rey del mundo” con Titanic (Titanic, 1997). Quería hacer esta historia ni bien terminó la catástrofe del barco, pero por el tipo de efectos que se requerían en esos años, el hombre que convirtió al film más caro de la historia en el más recaudador, no conseguía estudio por culpa de un presupuesto que demandaba cuatrocientos millones de dólares. Es el secreto mejor guardado actualmente de Hollywood ya que no se conoce imágenes concretas ni argumento hasta que se publicó la experiencia de un reportero de The New York Times que vio quince minutos de adelanto. Lo que contó en su reseña fue que será proyectada en una nueva clase de tercera dimensión creada especialmente para dicha película y que contará la historia de un ex soldado parapléjico que utiliza un nuevo cuerpo para viajar a un planeta lejano llamado Pandora. El reportero dijo que fue una experiencia como si se tomara algún tipo de droga cuando presencio la parte donde el protagonista, interpretado por Sam Worthington, corre junto a una extraterrestre cuando es atacado por criaturas semejante a jaguares y luego es “rociado con duendecillos que flotan alrededor de él como copos de nieve” (sic). Se promete mucho sobre esta realización y uno puede pensar que se exagera, pero Cameron prometió, cumplió y maravilló con El abismo (The abyss, 1989), Terminator 2: Juicio final (Terminator 2: Judgement Day, 1991) y Titanic. Avatar es la primera de una trilogía, cuya segunda parte, Battle Angel, se estrenará en el 2011. También tendrá su video juego. ¿El nuevo Parque Jurásico (Jurassic Park, 1993)? Lo sabremos a partir del 18 de Diciembre.