Todos los Jueves, con material renovado.

CINETICO dejará de salir por un tiempo...

... que depende del tiempo que me demandará recuperarme de la operación. Por favor, disculpen las molestias.



Goles de Messi, Porno, Comunismo, motores de Ford, estafa piramidal, Clarín miente, Rajoy en España, tsumamis y maremotos, la vida secreta del Papa, las relaciones con mi novia, Magic Johnson, Lady Gaga, Google +, Adobe CS5, ley SOPA y PIPA, tentaciones, Moscato y pizza, tendinitis, tengo sueño, poesía suburbana, morbo, Los Juegos Del Hambre (The Hunger Games), Chespirito, www.amazon.com, Ciccone, Adele son algunos de los temas que no encontrarán acá

jueves, 18 de marzo de 2010

Critica a film argentino: El último aplauso, de Germán Kral

Sigue la idea, post devaluación económica del 2002, de hacer películas con la temática del tango. El último aplauso (2009) es atípica y a medida que avanza el metraje se comprueba la diferencia.

Empieza por mostrar al Bar “El Chino”, aquel mítico lugar de tango del barrio porteño de Pompeya, durante una noche donde interpretes del “dos por cuatro”, como se le dice a ese ritmo musical, hacen su melodía para el disfrute de los comensales del lugar. Ocurre durante el año 2001 mientras “El Chino”, su dueño, está internado viviendo sus últimos días de vida.

Entre acto músical para presentar a los personajes, el documental muestra su primera idea, premeditada, de mostrar las habitaciones de los artistas, una muy buena forma de conocerlos íntimamente.

Durante ese rato se ve problemas de sonido, que obedecen a bajo presupuesto, y de mala imagen, producto de la cámara con la que se filmó, pero en un momento determinado, esta obra de Germán Kral, cambia. Del 2001 nos lleva al 2006, muchas cosas han pasado, como que la fonda no esté abierta al público, como otra vida por parte de estos protagonistas y empieza otra trama.

Podría decirse que esta es artificial, preparada para la película, donde los cantores se reúnen, ahora, con una orquesta de tango interpretada por jóvenes músicos, la Imperial, pero, sin embargo, Kral no se preocupa por mostrar las diferencias entre estas dos generaciones, dejándolo con énfasis para una escena, sino que los hace conocer para tocar y ensayar a fin de un recital más importante.

También en esta segunda parte se nota el mejor sonido y tipo de filmación provistos de un mayor dinero invertido.

Pero nada de eso importa, lo que importa es cómo de un material pensado con tal fin, se modifica, paso del tiempo mediante a otra idea, una que invita a conocer a ignotos músicos con otras versiones de famosas tonadas.

Una realización que no tiene desperdicio y que es recomendada sobre todo para tangueros y estudiantes de cine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.