Tras superar el millón de espectadores en Argentina con su primera aventura, el Ratón Pérez, vuelve con una nueva película que esta vez lo llevará a España.
Para quienes lo ignoran, el personaje de estos films está inspirado en la leyenda popular infantil sobre quien visita por las noches a los niños que dejan debajo de su almohada el diente de leche que se les cayó a la espera de una moneda por parte del roedor en cuestión.
Esta entrega el ratón se vincula con una familia que se parte en dos cuando el padre no puede acompañar a su mujer concertista de piano a España, llevándose ella a sus dos hijos. Quien la contrata, Gil Penkoff (¿la elección del nombre tendré que ver con Phil Spector, famoso productor discográfico?), sabrá que el hijo quiere conocer al Ratón, por lo que aprovechará para querer secuestrarlo para sacarle rédito económico a su posterior venta al mítico personaje.
El largometraje busca el humor a través las situaciones que genera el mundo inventado de los ratones, no tanto por las situaciones, y contiene escenas donde los guionistas reformulan momentos ya vividos de otras películas que logran, más allá de que sean vistos, simpatía para el público sobretodo infantil, como aquel duelo de la madre pianista con su hija guitarrista eléctrica tocando a dueto Beethoven.
Cumple con lo que se propone, con muy buenas actuaciones como la de Alejandra Fontán y el villano de turno Manuel Manquiña, El Ratón Pérez 2 (2008) es un buen programa para ver junto a menores cuando se es niñero forzado.
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