En Junio de 1973, a meses de la caída del Presidente Salvador Allende y del surgimiento de la dictadura de Augusto Pinochet, el camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen, en actividades para la televisión sueca, filma el momento que recibe disparos por un grupo de militares, uno de los tantos, que reprimían a civiles durante un alzamiento. Uno de estos disparos le provoca la muerte.
Treinta y tres años después, el periodista Ernesto Carmona descubre de quién fue el tiro final, lo que provoca el pedido de reapertura de la causa con el fundamento de que el crimen pertenece a la categoría “de lesa humanidad”.
Esta última es la excusa que le sirve a Andrés Habegger para contar el tema, pero no se queda ahí. También sirve para contar su trabajo, su forma de ser y sentimientos según las personas que lo conocían, mostrar otras filmaciones que son ajenas al tema, lo cual le da una potencia extra al film como gran valor periodístico, el recorrido de esa filmación desde el momento que fue generada hasta su revelado y difusión y la actualidad del que lo mató a sangre fría.
Entretenido, centrado, el documental arranca con la imágenes que desatan el conflicto, el tema a tratar, y muestra como esos recuerdos siguen vigentes en pedido de justicia y memoria.
Por su parte, Habegger, quien ya había realizado Cuando los santos vienen marchando (2004) e Historias cotidianas (2000), se convierte en un documentalista a tener en cuenta.
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