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CINETICO dejará de salir por un tiempo...

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jueves, 1 de abril de 2010

Critica a film argentino: La Tigra, Chaco, de Federico Godfrid y Juan Sasaían

A veces pienso que algunas de esas películas que pertenecen al llamado cine independiente argentino, esas que son realizadas por directores noveles que consiguen una cámara y ciertas facilidades para (por fin) filmar una historia, son hechas muy a las apuradas. Lamentablemente, La Tigra Chaco (2009) es un ejemplo de esto, por cambiar entusiasmo por dedicación por escribir un buen guion o en plantearse qué es lo que se va a improvisar y cómo.

Esta clase de films o producciones son exponente negativo, una contra que puede ser evitada oportunamente, de lo que Pino Solanas, director histórico y respetado, llama “la democratización del cine” por la facilidad que entrega los recursos tecnológicos hoy en día, en el sentido que uno puede filmar con una cámara digital y editarlo en su casa en lugar de esperar a conseguir mínimamente, y con mucha suerte, una cámara de cine de 16 milímetros, tener algún conocido que preste su moviola para editar o su cuerpo para actuar, conseguir de algún lado fondos para pasar el material a 35 mm y, con suerte y algo de energía, estrenar en alguna sala.

Digo esto porque La Tigra… quiere contar una historia de un joven (la edad del protagonista parece ser una condición para este movimiento) que regresa al pueblo donde vive su padre tras muchos años. Al no encontrarlo (¿Qué raro que en tiempos de comunicación de celulares e internet no lo haya llamado antes? Tampoco se explica el por qué aparece, aunque se sugiere que no es por algo importante), opta por parar en lo de una tía (se va nota que la característica de esta amable anciana, la de inmigrante checoslovaco, es un aprovechamiento de algo que ya es de la actriz amateur y no un querer de la dupla guionista de entablar rasgos a los personajes o de aprovechar de estos, cosas recomendadas en libros de guión).

Los minutos avanzan, se ve que visita a una chica de su edad, amiga de años, y que luego ella cobra su protagonismo, pero no se dedica a contar algo más, como destacar mediante alguna vía, las diferencias del pueblo de ahora con respecto a antes, que no se por qué no lo veo en películas de temática “alguien vuelve al año luego de años” y que puede ser detonadores a conflictos que mejorarían la historia principal.

¿Pero por qué esta ahí el protagonista? ¿Qué le pasa estando en ese pueblo? Simplemente, entra en conflicto, mal armado dicho sea de paso como obvio, con el novio de la joven en cuestión y otras cosas, como que manda a arreglar una silla, que no contribuye en mejorar pero si en rellenar espacio para que pueda convertirse en un largometraje.

El film se convierte en, metafóricamente hablando, en sentarse a la vereda de un pueblo y ver autos, los pocos autos, pasar a la espera de una accidente, algo prácticamente difícil que ocurra porque el trafico es casi nulo.

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